Chakra Muladhara

En el yoga el chakra muladhara, simboliza nuestro estado físico actual. Se asocia al elemento tierra y a los aspectos básicos de la vida, como la comida, el hogar o la profesión… ubicando este chakra en la pelvis. Lo encontramos desequilibrado cuando no tiene una base sólida o cuando estamos tan apegados al suelo que carecemos de movilidad y flexibilidad por el continuo cambio de nuestra vida.

Esta semana en las clases presenciales estamos cultivando el equilibrio tan importante de este chakra creando una sensación de arraigo, especialmente en los pies, las piernas y la pelvis. Con estas acciones y sensaciones de enraizamiento podemos ampliar nuestra percepción y estabilidad física y emocional y mental que ayudan a plasmar estas cualidades de la conciencia.

Taller de Yoga Consciente

Taller de yoga consciente el 27 de noviembre

Si quieres afianzar tu práctica de yoga y ser más consciente de los beneficios de cada postura, este es tu taller.

Trabajaremos algunas de las posturas más practicadas en clase, conociendo sus ajustes y variantes con el fin de mejorarlas, sentir más seguridad haciéndolas y, en consecuencia, conectar aún más con nuestro ser.

¡Plazas limitadas!

¿Qué obtendrás en mis clases?

¿Qué obtendrás en mis clases?

Mi visión y enfoque en la práctica de yoga siempre es avanzar de una forma segura.

Pasamos muchas horas sentados y la parte inferior de la espalda se resiente y debilita. En mis clases además de fortalecer esas zonas que necesitan atención constante, podremos prevenir lesiones y recuperando nuestra movilidad natural con la práctica consciente.

Ir avanzando en la práctica de yoga es importante y tiene un proceso natural, pero más importante es cuidar la alineación y avanzar con conciencia. Cada paso que damos es un avance y tiene un proceso. De nada nos sirve realizar posturas si no tienen un propósito o sentido.

Taller de Saludo al Sol – Surya Namaskar

Todos los practicantes de Yoga, llevemos poco tiempo o unos años haciendo Yoga, sabemos lo que es el Saludo al sol (Surya Namaskar). A pesar de ello, bien por la falta de práctica o por malos hábitos adquiridos, no nos damos cuenta de ciertas imprecisiones que estamos cometiendo cuando realizamos el Saludo al Sol (Surya Namaskar).

A veces, es bueno parar un instante y observar con detalle nuestra práctica de Yoga para poder seguir avanzando.El pasado 24 de noviembre de 10:00 a 12:00, impartí un Taller de Inmersión de Saludo al Sol(Surya Namaskar) a mi grupo de alumnas y alumnos en el Centro Prisma de Lavapiés. Durante dos horas, profundizamos en cada una de las asanas (posturas) que componen el Saludo al Sol (Surya Namaskar), exploramos los ajustes que podemos hacer en nuestro cuerpo mientras lo realizamos y observamos cómo la respiración influye en cada movimiento. En este post, os quiero mostrar lo que vimos en el taller y algunas de las preguntas más frecuentes respecto al Saludo al Sol (Surya Namaskar).

¿Qué es el Saludo al Sol (Surya Namaskar)?

Normalmente, una clase de Yoga se inicia con un Saludo al Sol (Surya Namaskar), que se caracteriza por ser un conjunto de doce asanas (posturas).

El Saludo al Sol nos ayuda a preparar el cuerpo y a generar calor interno para nuestra práctica de Yoga. Evitando lesiones </strong en un futuro. Se llama “Saludo al sol” porque el sol irradia energía y cuando estamos practicando Surya Namaskar, nuestro cuerpo también irradia la energía que está en nuestro interior. A medida que nos adentramos en el Saludo al Sol (Surya Namaskar), vamos tomando conciencia de nuestro cuerpo al ritmo de nuestra respiración, generando un efecto fisiológico en nuestro cuerpo y cada asana (postura) compensa la anterior.

La respiración en el Saludo al Sol (Surya Namaskar)

¿influye?

Se podría decir que lo primero en lo que hay que focalizar la atención antes de comenzar nuestra práctica de Yoga es la respiración, ya que nos ayuda a centrar la atención en lo que estamos haciendo. El cuerpo y la respiración están unidas desde el comienzo de la práctica. Cada inspiración y espiración nos ayuda a crear espacios en nuestro cuerpo aflojando cualquier rigidez.

Una vez estemos colocados en la esterilla, podemos cerrar los ojos y observar nuestra respiración un instante sintiendo cómo el aire entra por nuestras fosas nasales. Tratemos de que sea sencilla y profunda a la vez. Después, tomemos una inspiración por nariz y espiremos.

Al comenzar el Saludo al Sol (Surya Namaskar) la respiración tiene que acompañar a cada movimiento, buscando así una respiración rítmica y dinámica. En nuestra serie de Saludo al Sol (Surya Namaskar) tenemos que ir notando que el cuerpo se va relajando y entrando en calor a la vez que se va preparándose para la práctica, eliminando el estrés y la tensión. Si llevamos poco tiempo con nuestra práctica de Saludo al Sol (Surya Namaskar), podemosrealizar losmovimientos de manera más lenta y consciente.

Beneficios del Saludo al Sol (Surya Namaskar)

– Cuando estamos practicando el Saludo al Sol (Surya Namaskar), estamos fortaleciendo nuestra  columna y evitando molestias o dolores en la zona lumbar.

– Produce un equilibrio en nuestro cuerpo y nos ayuda a a centrarnos en la práctica de Yoga.

– Nos aporta energía para comenzar el día.

– La sangre se oxigena, lo cual estimula los órganos internos y reduce el estrés y la ansiedad.

– La mente se centra, se calma y eso hace que pensemos con más claridad en nuestras acciones.

– Tonifica el cuerpo.

– Fortalece los huesos.

– Fortalece el sistema circulatorio e inmune.

¿Se puede tener molestias o dolor al realizar el

Saludo al Sol (Surya Namaskar)?

La práctica de Yoga es un momento para nosotros, un espacio para la escucha y observar lo que ocurre dentro de nuestro cuerpo. Cuando sentimos una molestia en alguna zona de nuestro cuerpo, la práctica de Yoga nos da esa toma de conciencia para observar lo que ocurre.

Puede que realizando el Saludo al Sol (Surya Namaskar) notemos alguna molestia o dolor debido a que no estemos haciendo correctamente cada asana (postura), que nuestra respiración no sea fluida o que nuestro cuerpo esté rígido. El Yoga nos ayuda a ser conscientes y localizar la causa.

¿En qué momento es aconsejable practicar el Saludo

al Sol (Surya Namaskar)?

Realmente podemos practicar el Saludo al Sol o Surya Namaskar en cualquier momento del día, aunque es aconsejable practicarlo por la mañana y así darse a uno mismo los buenos días. También para estirar el cuerpo antes de ir a trabajar y cuidar nuestras articulaciones.

Nos sumergiremos en un estado de paz y relajación antes de cualquier actividad intensa. En momentos del día que notemos que estamos algo estresados, podemos parar unos minutos y dedicarlos a la práctica del Saludo al Sol (Surya Namaskar). También es aconsejable elegir un entorno donde practicaremos el Saludo al Sol (Surya Namaskar). Puede ser un espacio en casa que nos invite a la concentración y donde nada nos distraiga.

Por último, se recomienda establecer un horario que nos permita generar un hábito y que esto nos motive a la práctica diaria de Yoga. Antes de comenzar la clase de Yoga, podemos hacer algunos saludos al sol. Esto nos ayudará a calentar el cuerpo y a realizar una breve meditación en movimiento con el fin de centrar nuestra atención en la posterior práctica de Yoga. A mí, antes de comenzar una clase, me gusta realizar varias vueltas de Saludo al Sol (Surya Namaskar) porque me ayuda a centrar la mente antes de comenzar la clase.

ULTRA PIRINEU 2018

Camino a Bagá (Barcelona). Pasan tantas cosas por la cabeza cuando llevas tantos meses sacrificándote para dar lo mejor de ti en un solo día…

El viaje se hace ameno. Eva conduce, quiere que descanse todo lo posible para la fiesta que me espera mañana. Escuchamos música y charlamos parte del viaje. Hacemos dos paradas para estirar las piernas y comer. Esta última semana he tratado de centrarme en hidratarme y aumentar la ingesta de hidratos de carbono.

Hace cosa de siete meses reservé una habitación en un refugio (Refugio la Rectoría), a unos 15 minutos del pueblo de Bagá, donde tomaré la salida. Desde el primer día que salieron las inscripciones todos los alojamientos estaban completos.

Tardamos cerca de ocho horas en llegar a Bagá, contando con las dos paradas que hicimos. Lo primero que tenemos en mente es recoger el dorsal y dar un pequeño paseo por el pueblo para estirar las piernas y conocer un poco el entorno. Vemos que hay mucho ambiente. Todo el mundo está en la calle y todo el pueblo es una fiesta.

Una vez recogemos el dorsal y llegamos al refugio, nos damos cuenta de que tiene más pinta de “Casa Rural” que de refugio. El dueño nos acoge con una sonrisa y una bonita bienvenida, y es de agradecer. Al llegar a la habitación, nos fijamos en que tenemos baño privado y que en la habitación hay literas, pero da la casualidad de que las dos noches estaremos solos. Eso me da tranquilidad, tendremos más espacio para nosotros.

20:30 Después de organizar la maleta y preparar el material de carrera, decidimos bajar a cenar al restaurante del albergue para cenar algo y subir pronto a descansar y dormir.

Decido comer un plato de pasta a la boloñesa y un poco de tortilla de patata. Charlo mientras ceno con Eva y distraigo la mente. No tardamos mucho en terminar y decidimos tomarnos un poleo con menta en vez de un chupito…jjjj.

22:05 Parecía que estaría en la cama mucho antes, pero decido darle otra vuelta al material y quedarme tranquilo. Relleno los bidones de agua y los meto en la mochila, antes de repasar por última vez el perfil.

Perfil

22:20 Ahora puedo decir que estoy en la cama arropado y con unas mantas que me cubren todo el cuerpo. Eva lleva 25 minutos acostada y está medio despierta. Se nota el fresquito de la noche y eso me hace una idea de la noche que me voy a encontrar pasadas las 15 horas de carrera.

04:30 Suena el despertador de mi IPhone. Siento que he descansado bien y calentito en estas mantas de “refugio”…jjjj. Eva se despierta nada más escucharme. Mientras me despierto, lo primero que hago es desayunar un café que nos había dejado el dueño del refugio preparado en un termo y un bizcocho casero que compramos en el pueblo junto con unas tortitas de arroz con chocolate.

Me visto y me coloco todo el material revisando que no falte nada. Lo cierto es que la última noche la mente siempre da algunas vueltas y el cuerpo no descansa igual, pero he dormido del tirón y me siento con muy buenas sensaciones. Veremos cómo responde el tobillo, ya que dos semanas antes bajando Peñalara me hice un esguince y apenas he querido correr para dejarlo descansar y así recuperarse lo mejor posible.

05:50 Llegamos a Bagá, nada más aparcar andamos hacia la salida y podemos escuchar el ambiente que hay en el pueblo a esas horas. Da la sensación de que son las 22:00 de la noche y están en fiestas.

Al llegar a la salida, Eva y yo tenemos que despedirnos, ya que no dejan pasar a la zona de corredores. Nos miramos y nos damos un beso y puedo ver que está encantada con todo el ambiente que hay y la cantidad de corredores y familias que se despiden en ese momento. Es uno de los momentos que, personalmente, más me emocionan. Llego a la salida y, como en todas las carreras, tengo que encontrar algún espacio para evacuar la vejiga…jjjj. Es un aspecto más psicológico que otra cosa. Antes de acostarme siempre sigo el mismo ritual…jjjj.

 

06:00 ¡Tomamos la salida! Depa, el animador de la carrera nos avisa del último minuto antes de tomar la salida. Nos pide a todos los corredores que encendamos los frontales y en ese mismo momento se puede apreciar a todos los corredores que somos y las caras de nervios.

¡Salimos! El ritmo al salir de Bagá es realmente muy lento por todos los corredores que somos. Al cruzar el arco de salida, veo a Eva esperando a que pase y nada más pasar me grita deseándome ánimos, yo la miro y le digo que nos veremos en un rato tirándole un beso.

07:20 – Rebost – km10

Llevamos una hora y veinte de subida y estamos cerca de llegar al Rebost, primer avituallamiento de carrera. Paro para rellenar los bidones de agua y sin perder más tiempo sigo adelante. Llevo un rato sintiendo molestias en la tobillera del pie derecho, en el que sufrí el esguince. La idea es seguir y en el siguiente avituallamiento volver a colocarla o quizá cortar un poco y aflojarla, ya que donde me molesta es en el talón.

La subida es larga y algo lenta. Me llego a plantear la cantidad de tiempo que se puede llegar a perder. Seguimos subiendo y trato de ver dónde piso. No quiero sustos.

09:20 – Niu de l’Aliga -km14

En este avituallamiento trato de comer bien y tomar mucho líquido, ya que en tres horas y 20 minutos hemos realizado cerca de 2000+ en 14 km. Me siento y me quito el calzado, veo cómo tengo la tobillera y con unas tijeras corto un poco la tobillera desde la altura del tendón de Aquiles. Siento un alivio grande en pocos segundos y me vuelvo a colocar la zapatilla y tiro millas.

¡Empieza la bajada¡Me esperan unos 14 km de bajada. Los primeros kilómetros son muy técnicos y los corredores vamos con mucho ojo. Un mal paso puede hacer que se termine la carrera y esto solo ha empezado. Trato de centrarme y con mil ojos intento ver dónde piso, no quiero llevarme un susto y pisar mal y torcerme el tobillo como hace dos semanas. Sé que tengo la lesión muy reciente y tengo que andar con mucho cuidado. El empiece de carrera es de subida y hay momentos que te olvidas del tobillo, ya que vas más lento y el momento de reacción es más rápido.

Después de la bajada técnica me quedo más tranquilo. Empieza una bajada más suave por sendero y un grupo de seis corredores vamos en fila india corriendo a buen ritmo. A medida que pasan los kilómetros, los corredores que van delante empiezan a parar por diferentes motivos y observo que me encuentro realmente bien. Me siento con muy buenas sensaciones y en muchos momentos olvido por completo el tobillo y llego a pensar que debo de estar completamente recuperado.

12:49 – Serrat – km 28

En este tramo, el calor empieza a ser cada vez más fuerte. Me quito los manguitos que llevo puestos en los brazos y los guardo en la mochila; y el buff que tengo en la cabeza también. En este avituallamiento de carrera trato de beber bastante agua e hidratarme.

Estoy empezando a sudar mucho y no quiero deshidratarme. Voy tomando una pastilla de sales cada dos horas. Puedo ver que estoy tirando poco de geles y comiendo bastante bien en los avituallamientos. Eso me lo agradecerá el estómago con el paso de las horas.

Al salir del avituallamiento de Serrat, observo a lo lejos que nos espera una subida pronunciada y uno de los corredores me comenta que el año pasado la recordó muy pesada y larga. A medida que voy subiendo ese repecho no siento que sea una subida demasiado complicada y sin darme cuenta ya estamos arriba. Empieza una bajada de 8 kilómetros para llegar a Bellver.

La bajada por pista a Bellver es realmente larga y pesada. Me habían comentado que era la parte más pesada y menos bonita de toda la carrera. Me lanzo por la pista a muy buen ritmo, (5,50) adelanto algunos corredores y me uno a dos chicos que observo que van juntos y son amiguetes. En esta bajada sé que puedo ganar mucho tiempo de carrera para los próximos cortes.

Puedo apreciar no muy lejos el pueblo de Bellver. Compruebo el IPhone y veo un mensaje de Eva. Me comenta que está esperando para entrar en el avituallamiento en 15 minutos y poder asistirme. Bellver es el primer punto de carrera donde está permitida la asistencia a los corredores. A Eva, la app de la carrera le está informando de que llegaré en 40 minutos. No me cuadra, veo que estoy en el pueblo y calculo que podría estar en 15 minutos. Pero la organización nos hace dar un rodeo al pueblo y eso me cuadra con lo que me dice Eva. Corredores de años anteriores comentaban el rodeo que te hacen dar antes de llegar a la carpa. Realmente se hace pesado este tramo. Trato de pensar que en unos minutos estaré con Eva y podré descansar 15 minutos.

15:09 – Bellver – km 40

Entrando en la carpa del avituallamiento, veo a Eva que sale disparada de la mesa donde estaremos los dos. Nos damos un abrazo y un beso y eso me reconforta y me da tranquilidad. No han pasado muchas horas, pero, sin duda, poder ver a tu pareja con esa sonrisa y dándote ánimos es el mejor premio.

Nos sentamos y suelto todo el material. Lo primero que hago es tomarme un batido recuperador. Eva está más nerviosa que yo…jjj. Se toma al pie de la letra los 15 minutos que tengo pensado estar aquí y ella es más seria que yo con eso. Tomo un plato de pasta, un poco de melón y una coca cola, (solo tomo coca cola en carrera). Eva me prepara la mochila con geles y barritas. En este punto prepara el material obligatorio que nos pedirán a partir de las 18:00: térmico, pantalón chubasquero, guantes y gorro caliente. Veo que la mochila se hace más grande por momentos y eso en una carrera de larga distancia se nota. Decido cambiarme de zapatillas. Las que llevo están algo rígidas, les falta un poco más de rodaje.

Hablo con Eva para distraer la mente un poco y me recuerda que nos estamos pasando de tiempo. Me pregunta por el tobillo y le comento que muy bien. Nada de molestias, solo la tobillera que he tenido que cortarla un poco, ya que me comprimía demasiado el tendón de Aquiles.

Cojo la mochila y salimos de la carpa Eva y yo. Aquí se está demasiado bien. Nos despedimos con un beso y un abrazo. Nos decimos a la vez que nos vemos en el km 74. Salgo trotando para empezar coger calor mientras miro hacia atrás y perdiendo a Eva a lo lejos. Siempre cuesta marcharte.

La salida de Bellber es llana. Perfecta para soltar un poco piernas. Me voy encontrando a corredores de la maratón que están terminando la carrera y solo de pensar que me queda más de la mitad de carrera, me entra la risa por dentro.

En poco tiempo empezamos a tomar altura de nuevo. En este punto conozco a un corredor llamado Óscar, vamos al mismo ritmo en ese momento y compartimos anécdotas de otras carreras y me pone un poco al tanto de lo que nos vamos a ir encontrando después. Ha corrido esta carrera en tres ocasiones y es de Sabadell. Desde ese momento compartimos camino y subida tras subida. Se empieza a notar el desnivel en las piernas, cerca de 3300+ desde que salimos de Bagá.

17:35 – Cortals – km 49

Llegamos al siguiente avituallamiento. Óscar y yo seguimos juntos. Vemos a muchos corredores en este avituallamiento y los voluntarios están de risas y chistes. Óscar y yo estamos pensando en lo mismo: no entretenernos mucho y salir rápido. Recargo líquido, como fruta y dos sándwiches de jamón con queso. La verdad es que el estómago está respondiendo bien y tengo realmente apetito.

¡En marcha a la siguiente subida! En esta subida sabemos lo que nos espera. Realmente se hace dura y algo lenta. Vamos en fila con un grupo de corredores donde se van desvaneciendo y perdiendo el rastro a medida que aumentan los kilómetros. Decido tomarme un gel para que me dé algo de energía. Óscar y yo no hablamos mucho en este tramo para reservar energías y mirar bien dónde pisamos. Voy en cabeza desde hace rato y eso es una responsabilidad. Los pocos corredores que me siguen en este repecho confían por donde estoy pasando y no puedo equivocarme en pasar por donde no es.

El repecho se vuelve más repecho. Me doy cuenta de que sigo en camiseta y pienso que dentro de poco tendré que colocarme el chubasquero. Veo un poco más arriba que estamos llegando a un llano y se aprecia algo de niebla. Nada más llegar, hay tres corredores colocándose el chubasquero en un pequeño prado. La niebla es inmensa y el viento frío. Óscar y yo nos miramos y decidimos hacer los mismo. Sacamos de la mochila la montura (chubasquero), en menos de tres minutos estamos en marcha. Hay otro pequeño repecho, pero esta vez es una cresta de piedras muy técnica. Solo de pensar por donde estoy pasando da escalofríos, si me viera mi madre…jjjj. No se aprecia la altura por la densidad de la niebla y tenemos que hacer un poco de escalada y utilizar las manos.

La noche está cayendo y decidimos sacar los frontales. En estos momentos hemos dejado atrás la cresta y estamos en una bajada bastante técnica, donde los cuádriceps se resienten un poco después de la cantidad de kilómetros y desnivel que llevamos encima.

Logramos dejar atrás esa bajada técnica y seguir bajando. Ahora por un pequeño sendero que te permite bajar trotando y soltar un poco las piernas. Solo quedamos Óscar y yo y la noche. Los palos y las zapatillas son lo único que se escucha en ese lugar. El viento es algo más leve a la vez que bajamos altitud. Estamos en un lugar inmenso de montañas y valles. Óscar dice que es una pena que haga tanta niebla. Este lugar es mágico y precioso. Seguimos bajando por el sendero. De repente en la bajada siento que he pisado algo inestable, una piedra o una raíz. Siento qué el tobillo se tuerce en el mismo lugar donde hace dos semanas me lo torcí. En ese momento no comento nada a Óscar, sigo bajando como puedo y aguantando el dolor. Óscar, no mucho antes me comentaba que le estaba entrando algo de sueño y ya le costaba subir. Trato de ver la gravedad de la torcedura y no desanimarme. No comento nada a Óscar para no anticiparme. Algo me dice que no es una simple torcedura. Quedan varios kilómetros para el siguiente avituallamiento (Agiló). Allí podré evaluar daños.

Seguimos trotando, (yo como puedo con el pie torcido). A lo lejos se consigue apreciar una luz y pensamos que es el próximo avituallamiento.

21:00 – Aguiló – km 65

Ya en el avituallamiento vemos a muchos corredores. Hay una pequeña estufa dando calor en la entrada y se agradece. Óscar y yo nos miramos y nos sentamos un instante para comentar y seguir el plan de estrategia de carrera. Mientras tomo un sándwich y tomo un poco de coca-cola, Óscar me comenta que tiene intención de retirarse, ya que las subidas le están costando mucho y las piernas no le responden. Le comento que yo, a nivel muscular, me encuentro bien, pero que hace unos kilómetros me he vuelto a torcer el tobillo en el mismo lugar que hace dos semanas y siento que no me responde. Noto que se está quedando frio y me duele. Tengo miedo de que me pueda dejar tirado en cualquier momento o vuelva a torcérmelo y sea mucho peor.  Hablamos con dos corredores que están en una situación parecida. En su caso, ya no pueden más. Están reventados, palabras textuales.

 

Finalmente, decidimos retirarnos. Con la mirada nos decimos todo. Muchos pensamientos se pasan por la mente en ese momento, todo el tiempo y dedicación para llegar a este momento y no tener otra opción que renunciar. Llamar a Eva y decirle que no me espere en Gósol, que mi maltrecho pie dice que no quiere seguir y no es negociable. Este año, las lesiones han tenido más protagonismo que los logros. Unas veces se gana y otras se aprende. Lo que no cambia son las personas que llegas a conocer en estas aventuras y las emociones vividas. Ganes o pierdas nadie podrá arrebatártelo. Gracias a todos y en especial a mi Eva. Volveremos.

Cuando lo dejé todo por el Yoga

Emprender un camino y realizar lo que llevas dentro es sencillo pensarlo, pero algo más complejo poder llevarlo a la práctica: miedo a dejar un puesto de trabajo después de varios años, sueldo fijo, comisiones, paga extra, beneficios de empresa, vacaciones, amistades después de tantos años… Más impensable se vuelve la idea cuando tienes familia, gastos y un alquiler o hipoteca que pagar todos los meses.

Hoy hace algo más de año y medio que dejé el sector bancario (en concreto, el sector de deuda) para emprender el camino del Yoga y realizarme.

Más de 10 años trabajando en varias

multinacionales y agencias

Puedo decir que llegó un momento en el que mi trabajo no me realizaba, no me llenaba y no me hacía sentir bien como persona. Posiblemente, por ese motivo empecé a practicar más Yoga a nivel personal. Darme cuenta de que algo no funcionaba bien fue sencillo: llegar a casa y que no me apeteciera hablar del trabajo, ni en particular, ni en general, nada, prefería obviarlo, como si no hubiera pasado por allí. En ese momento, me planteé que algo no funcionaba.

Es fácil ponerse excusas y tratar de hacer lo «correcto». La mente te hace muchas preguntas. Qué pensara la familia y amigos si dejas un puesto de trabajo después de tantos años y de qué vivirás.

MIEDO

Todo se resume en una palabra: miedo. Miedo a las creencias que nos han inculcado en esta sociedad y que no son reales.  El no poder emprender una idea o proyecto por el miedo a que no funcione.

EL SALTO

En mi caso, no dejé de la noche a la mañana mi trabajo. Establecí unas buenas bases desde el principio antes de dar ese salto. Cuatro años antes, estuve impartiendo clases de Yoga en una escuela de Lavapiés por las tardes después de trabajar jornada completa en el sector bancario. En esos años seguí formándome como profesor e impartiendo clases. En la actualidad, sigo manteniendo esa sala de Yoga con los mismos alumnos con los que comencé y alumnos nuevos que se han ido incorporando en estos años. Además, imparto clases en otros estudios de Yoga y clases particulares de Yoga y entrenamiento personal.

Y sí, tuve muchos momentos de miedo y de inseguridad en mi nuevo proyecto de vida. Como todo el mundo, tengo gastos y facturas todos los meses y eso no da tranquilidad. Al final, la ilusión y las ganas de emprender algo en lo que crees, supera a cualquier fantasma.

FELICIDAD

Después de un año de este cambio radical, de este salto, puedo decir que me ha supuesto un gran aprendizaje profesional y personal; además de encontrarme a gente en el camino que está dispuesta a confiar en mi proyecto y a ayudarme. No fue fácil, no te voy a engañar. Es importante tener claro tu sueño y tratar de protegerlo. La familia, amigos y gente cercana tratarán de entender tu forma de pensar y muchos no lo entenderán y pondrán en juicio tu nuevo sueño y proyecto de vida. Simplemente, escúchalos.

Una anécdota que tengo desde que dejé mi antiguo trabajo: cuándo me preguntan “¿En qué trabajas?”, les respondo “Yo no trabajo. ¡Desde hace más de año y medio!”. Con esto me quiero referir a que cuando te dedicas a algo que es tu verdadera pasión, no es un trabajo, ya que no es una obligación.

Siempre me he repetido estas dos preguntas:

¿Qué valor al mundo tienes pensado dar?

¿Sabes quién eres?

Es bueno poder parar un instante y ser honesto contigo mismo, replantearte si el lugar donde te encuentras te permite ser tú mismo, expresarte libremente y explorar otras posibilidades. En resumen, si te hace feliz.

Aquí os dejo una entrevista que me hicieron en ProntoPro sobre mi experiencia como profesor de Yoga: Hatha Yoga y Yoga restaurativo: una filosofía de vida para sentirse pleno

Yoga para corredores

Lo primero que imaginamos que puede aportarnos el Yoga para correr son los estiramientos. No solo en estirar se compone una clase de Yoga. No nos hacemos una idea de los beneficios que puede tener un corredor al practicar Yoga y lo que nos puede beneficiar. Los corredores muchas veces nos centramos en correr y olvidamos otras prácticas que pueden ayudar en nuestro rendimiento a modo de complemento y rutina como puede ser el Yoga. La práctica de Yoga nos ayudará a fortalecer la musculaturaprevenir lesiones futuras. Con el Yoga reducirás el estrés físicomental; y la ansiedad.

Yo. como corredor, en algunos momentos he tenido alguna lesión o molestia y no he podido rendir lo que me hubiera gustado. Al correr, se produce mucho impacto articular y muscular.  Eso repetido en el tiempo puede llegar a una lesión.

 

¿Cómo puede ayudar el Yoga al corredor?

Todo corredor quiere salir a correr sin sentir dolor y no dejar de disfrutar de correr. Hay algunas pautas que se pueden seguir para disminuir. En la medida de lo posible, alguna molestia, dolor o lesiones. Los corredores suelen descuidar los brazos, la zona abdominal, la respiración, la técnica de carrera, dejándolo en un segundo plano. En una clase de Yoga fortalecerás todo tu cuerpo tomando conciencia de cada movimiento y disfrutando de esta filosofía.

Aquí os dejo algunos consejos que podemos encontrar en una clase de Yoga que ayudarán a los corredores.

 

fortalece los pies

El primer contacto al comenzar una clase de Yoga es con nuestros pies descalzos. Es en ese momento cuando tomamos conciencia del suelo que pisamos y nuestra postura. Al comienzo del saludo al sol, comenzamos a tomar presencia del enrizamiento de nuestros pies con el suelo sintiendolos libres. En cada clase de Yoga podemos observar que la musculatura del pie se fortalece con cada postura y transición, sintiendo más estabilidad y seguridad en nosotros. Una postura de pie bien realizada te hace trabajar la fuerza, el equilibrio y la coordinación. Cuando estemos corriendo tendremos unos pies más fuertes y resistentes minimizando así el riesgo de lesión.

los estiramientos

El estiramiento es la base de todo corredor. Al correr, los músculos se acortan y en una clase de Yoga los estiramientos nos ayudaran a mantener la re-actividad en los músculos. En el Yoga, los estiramientos están presentes en todo momento manteniendo nuestro cuerpo relajado y equilibrado.

La respiración

En el día a día, no somos conscientes de la respiración y no solemos prestar demasiada atención ya que es un gesto automático. En el Yoga, la respiración es fundamental en todo momento, ya que sin respiración no hay movimiento. Al correr no somos conscientes de la importancia de la respiración  y los beneficios para calmar y relajar la musculatura. Eso nos ayudara a mantener una base postular natural en carrera.

tren superior

Olvidamos la importancia que tiene el tren superior cuando corremos. La zona lumbar y abdominal es la base qué nos mantiene erguidos mientras corremos. Los brazos nos dan esa inercia al correr y nos ayudan cuando las piernas están cansadas. Las asanas (posturas) como, Dandasana, Adho Mukha, Chaturanga nos ayudan a fortalecer brazos, hombros y muñecas.

tren inferior

Al correr, necesitamos fuerza en nuestras piernas y articulaciones. Las posturas de pie, nos darán fuerza en nuestros cuádriceps, abductores y gemelos. Para evitar lesiones y fortalecer esas zonas, la serie del guerrero (Virabhadrasana) y (Utkatasana). Además de adquirir fuerza, aumentarás el equilibrio fortaleciendo la planta del pie, al mismo tiempo que trabajarás la propiocepción.

 

Al final, correr no es solo correr. Tenemos muchos grupos musculares que necesitan fortalecerse y que les dediquemos atención. En la práctica de Yoga encontraremos ese equilibrio para el corredor combinando la fuerza, flexibilidad y equilibrio. No podemos olvidar que no solo se corre con los pies sino también con todo el cuerpo.

 

 

 

 

 

Yoga como estilo de vida

El Yoga no empieza una vez que te adentras en la esterilla y sales del centro de Yoga. Comienza desde que das ese primer paso al despertarte por la mañana y cierras los párpados por la noche para dormir.

El cambio sucede cuando tomas la decisión de dar el paso de practicar Yoga.  Cuando das ese paso estás en el camino del cambio y estás abierto a las posibilidades.

En la práctica de Yoga como filosofía de Vida, observas lo que sucede dentro de la esterilla observando cómo se encuentra tu cuerpo, mente y tus emociones desde la honestidad contigo mismo. Sin tratar de cambiar nada o esconderlo, tratando de sentir lo que estás sintiendo y vivirlo ya que es tu propia experiencia de vida.

En muchas ocasiones y por propia experiencia en mis primeros comienzos en la práctica de Yoga, trataba de observar lo que sucedía fuera de la esterilla en otros alumnos de práctica y mi mente divagaba en la distracción y eso no me llevaba a sentir mi propia experiencia y lo que estaba sintiendo en esos momentos.

Con la práctica de Yoga llegas a observar que lo que sucede dentro de la esterilla; alegrías, frustración, tristeza, inseguridad y miedos; es un reflejo de  la vida real. Ese espejo que es la esterilla de la vida te brinda la posibilidad de observarte y tratar de avanzar en la práctica y eso se refleja fuera de ella.

En la esterilla todo se aprecia con más intensidad y desde la atención más sutil del momento. Muchos practicantes de Yoga observan con el tiempo cambios internos y es inevitable trasladarlo a lo cotidiano. Desde ser más consciente de la respiración y de cómo estamos respirando en algún momento del día, estemos en una reunión, hablando con el vecino o riendo con los amigos. Si observamos el tema postural al estar mal sentados o de pie con los hombros hacia delante mal colocados. Nuestro cuerpo trata de corregirlo y nos habla para tratar de cambiarlo.

He hablado del tema de la respiración y del tema postural, comentar, dependiendo como nos encontremos en nuestro interior se vera reflejado en la esterilla. Cuando hablo de un cambio interior, hablo de lo sutil y del cambio que sucede dentro de nosotros, observaras que se traslada a tu día a día y se trasmitirá a tu alrededor tratando de ver las cosas desde otro lugar y observándolas tal como son y sin tratar de juzgarlas, como; una conversación, un punto de vista, una crítica o un pensamiento ajeno. Dejando abiertas más posibilidades estarás abierto al cambio.

Cuando el Yoga puede convertirse en un riesgo

Son muchas las personas que comienzan la práctica de Yoga por alguna lesión o molestia de espalda.  Muchas horas sentado en la oficina y con una mala postura. Después llegamos a casa y seguimos con esa mala postura del sofá a la cama. También esta el caso de los practicantes de Yoga que por una mala postura en la práctica, cansancio o agotamiento terminan lesionándose. Al final, el Yoga tiene que acercarnos a conectar con nosotros mismos y poder conocernos sin tratar de llegar al limite en la práctica, escuchando nuestro cuerpo cuando trata de avisarnos a través del dolor, molestia o cansancio. Cada día nuestro estado físico es diferente, ya sea por el cansancio del día a día, el trabajo, obligaciones o estrés. Es importante observar esos estados y encontrar un equilibrio. El fin del Yoga es llegar a conocer nuestro ser interior a través del cuerpo.

Desde mi opinión y experiencia, hoy en día la práctica de Yoga se encuentra algo desvirtuada en algunos puntos y puede haber algo de confusión por algunos practicantes que se inician en el Yoga. Se intenta alcanzar una exigencia física algo elevada pudiendo perder la esencia del Yoga. El Yoga no es una foto bonita, un asana (postura) perfecta. La práctica de yoga debe comenzar desde la honestidad de uno mismo. Cuando hablo de ser honesto  me refiero de comenzar a practicar Yoga respetando nuestro cuerpo y comenzar poco a poco, dando tiempo y espacio, sin tratar de forzar.

Muchos alumnos vienen por primera vez a la práctica de Yoga con problemas lumbalgia, lordosis, hernia discal o dolencias. El Yoga puede ayudar a corregir y aliviar el dolor con una práctica rigurosa y adaptada para nosotros. Cada cuerpo es distinto y se puede observar en una clase de Yoga. Es cuando el profesor de Yoga puede apreciar estos detalles en los alumnos y tratar de encontrar un equilibrio realizando ajustes con soportes o alternativas  en asanas (posturas).

Tenemos que tomar conciencia de nuestro cuerpo y tratar de escucharlo. Si tratamos de forzar nuestro cuerpo en la práctica de Yoga sin ser consciente de donde partimos, lo más probable es que nos lesionemos y que nos hagamos daño.

El Yoga nos tiene que ayudar para tratar de acercarnos a nosotros mismos y descubrirnos cada día. Siempre que experimentemos dolor, molestia o daño, no estaremos en el camino del Yoga.