Gran Trail de Peñalara-Navacerrada
19:00 Llego el día. Después de tantos meses rascando horas del día, me encuentro de camino en metro para encontrarme con mi amigo Carlos en Colonia Jardín y marchar a Navacerrada pueblo.
Entre risas y anécdotas nuestras me va dando ánimos y me pregunta qué tal me encuentro para afrontar la carrera que me espera. Le cuento que estos últimos días no he descansado muy bien y le comento que seguramente será por los nervios. Carlos siempre es muy positivo conmigo en todos los sentidos…jejeje. Risas de camino en el coche, y eso ayuda. Llegamos a Navacerrada y ya se puede notar en el ambiente al salir del coche los nervios de los corredores con los últimos preparativos de su mochila.
Nosotros decidimos ir a cenar algo, ya que tengo tiempo y margen de sobra antes de la carrera. Cenamos en el restaurante de un hotel que tenemos cerca. Podemos apreciar que en breve comenzará el atardecer y que las vistas que tenemos desde el restaurante son mágicas.
Entre risas y poniéndonos al día, el camarero me trae lo que había pedido: sandwich mixto y un plato de pasta con gambas y pesto. Carlos me mira como diciendo que eso lo quemo en un rato…jejeje.
Navacerrada
Hace un rato que nos hemos despedido Carlos y yo con un abrazo. Ya en la salida con todo el equipo puesto y preparado, relleno los bidones de agua en la plaza del pueblo donde está todo el ambiente. Se nota en la mirada de los corredores los nervios y lo que nos espera en las próximas horas. Y lo que no faltan son sonrisas y bromas de los corredores que inevitablemente me hacen reír y unirme a la fiesta con ellos. Recordando lo que le había comentado Carlos de que había descansado poco, empiezo a bostezar en repetidas ocasiones y me noto algo cansado y pienso que en breve me activaré y la cosa cambiará. ¡Veo en el móvil que me llaman y es Eva! Hablo con ella unos minutos y me desea mucho ánimo y que tenga cuidado. Me llena de energía su llamada y de fuerza cósmica para emprender lo que me espera.
Navacerrada-Maliciosa
23:30 ¡Salia del Gran Trail de Peñalara! Todos los corredores empezamos a salir al escuchar a Depa (animador de la carrera) el grito de salida y los ánimos. En todos los rincones de Navacerrada está su gente apoyando y lanzando gritos de ánimos mientras corremos por sus calles 🙂
Salimos de Navacerrada y la oscuridad nos hace encender los frontales para adentrarnos en la pista larga que nos espera para llegar a la subida de la Maliciosa. Empiezo a coger un buen ritmo. El principio siempre es difícil, ya que vamos todos los corredores en pelotón. Con los bastones en mano y fijándome muy bien por dónde piso me planto coronando la maliciosa en 1:57 mn. Las vistas desde 2.227 metros te dejan sin palabras y la luz que que van dejando los corredores es mágica.
maliciosa-canto cochiino
01:26 Empieza el descenso muy técnico de la Maliciosa y con mucho ojo. Hay mucha arenilla entre las piedras y mucha piedra suelta, por lo que se puede tener la mala suerte de torcerte un tobillo al principio de carrera. Ya nos había avisado también la organización en este tramo de ser precavido y asegurar más de la cuenta. En Canto Cochino, zona muy técnica y más en la noche, veo algunas caídas con bastones serias que te hacen estar más atento con cada pisada. No arriesgo y trato de ir a buen ritmo, pero pisando lo más firme que me permite la luz de mi frontal. Empiezo a notar unos calambres en el estómago como en Sierra Nevada del año pasado. Descarto que sea la comida y pienso que las bajas temperaturas de la noche y la camiseta mojada en mis riñones pueda ser el motivo.
canto cochino- h. de san blas
03:11 Terminando la zona técnica de Canto Cochino y ya los corredores más dispersos y repartidos por la carrera, llego al avituallamiento y paro 1 mn solo para recargar agua y coger algunos dátiles. Empieza otra subida técnica de Hoya de San Blas. En los tramos de subida me siento muy rápido con los bastones y dando amplias zancadas en cada paso a la vez que cada 20 mn voy dando pequeños sorbos de agua para ir hidratándome. En los tramos que el perfil me permite correr, corro sin dudar porque me siento muy fuerte, aunque sabiendo que tengo que dosificar y gestionar esos calambres de estómago que solo conozco en estas noches de carrera.
h. de san blas-morcuera
05:39 Empieza a clarear y la luz de los frontales se empieza a diluir con la suave salida del sol. Vamos a buen ritmo los tres corredores y puedo ver que ellos se conocen ya que se animan entre ellos y se avisan y se recuerdan la toma de sales o barritas energéticas. Decido marchar con ellos ya que mantenemos un mismo ritmo. No recuerdo sus nombres, recuerdo que eran malagueños. Guardo un buen recuerdo de ellos. Dialogamos y comentamos que el siguiente control es a las 8.00 y nos espera las rampas de la Morcuera, donde tendremos que apretar para ir con algo de margen después. Corremos en linea y marchamos a buen ritmo.
Después de una subida rápida y yendo a un ritmo fuerte para alcanzar el corte, ¡al llegar arriba me comenta gente de la organización que el punto de control se ha trasladado 3 km más adelante! Veo que apenas tengo 20 mn para hacer 3 km para no llegar tarde al corte. A la vez que corro y voy esquivando árboles y adelantando corredores, no puedo creer que la organización haya cambiado este punto y sin avisar. Yo me digo a mí mismo también que no debería haberme reservado tanto en estos últimos puntos. Los minutos corren y se hace largo llegar el corte. Sigo adelantando corredores que no corren, ya que llevamos 9 horas en las piernas y algunos como mucho sólo trotan. ¡De lejos consigo ver el avituallamiento y el corte! Escucho gritos de corredores animando y gritando para que siga corriendo y con caras preguntándose si lo conseguiré. Por fin llego al corte como si de cruzar una meta se tratara. ¡Por 1 mn de reloj y teniendo al juez delante consigo pasar el corte! Me lleno de alegría y corredores que se encuentran en el avituallamiento me felicitan 🙂 Con cara de asimilar lo que ha pasado, recargo y relleno liquido en el avituallamiento y puedo ver que van llegando corredores y les van quitando el dorsal por no llegar al corte a tiempo. Veo a los tres compañeros con los que venía antes de empezar a correr con caras largas y molestos por lo que está pasando. Me despido de ellos con un fuerte abrazo y sintiendo de veras que no puedan seguir en la carrera.
morcuera-rascafria
07:58 Me dispongo a bajar los 10 km por pista hasta llegar a Rascafría. Voy escuchando música y con una sonrisa del esfuerzo que me he marcado para llegar al control anterior, y eso en las piernas se nota :). Siento pena por los compañeros que he dejado atrás y lo compartido. Me voy encontrando a corredores a la vez que voy bajando por la pista. La bajada a Rascafría es larga y por eso hay que intentar dosificar la bajada para soltar piernas y recuperar toda la energía que hemos gastado en las horas anteriores. Algunos corredores van algo tocados y en su rostro se puede ver duda y preocupación.
rascafria-reventón
10:16 Llegada a Rascafría, kilómetro 55 de carrera, donde tengo pensado parar 15 mny seguir el plan. Recojo mochila para cambiarme de camiseta y calcetines. Recupero fuerzas en una silla mientras como algo de jamón con pan y repongo líquidos (lo cierto que esperaba algo de pasta…jejeje). También hago revisión de material para reponer lo que pueda faltar a la vez que miro el perfil. Intento no observar mucho a mi alrededor porque es algo desolador. Escucho retiradas de corredores que ya se quedan en ese punto. Cojo la mochila y voy saliendo mientras me como un plátano.
Reventón-Peñalara
Zona muy conocida, donde marcar un ritmo es la clave en este punto. El sol está en la hora más alta y no ayuda. Voy bebiendo cada 30 mn. Se ven algunos corredores del TP60 y parece que la carrera nos va poniendo a todos en su lugar. A buen ritmo, voy escuchando música y dosificando las fuerzas para lo que queda por llegar. Me siento un poco justo en estos momentos. El sol está muy alto y es cuando más se notan las temperaturas. Sé que tengo que ir hidratándome a cada rato y no olvidar las sales. Como algunos frutos secos y alguna barrita cada hora.
Me voy encontrando bien. Las piernas están fuertes y saben que sólo llevan la mitad de la carrera. Las vistas empiezan a apreciarse y al fondo consigo ver el macizo de Peñalara, pero se vuelve a esconder y aparecer de nuevo. Por fin llego a la Laguna de los Pájaros y veo la subida que todavía queda. Se aprecia en este punto a los corredores subiendo de las dos carreras y cómo entre todos nos damos ánimos y nos marcamos una sonrisa. Es un punto donde cualquier descuido puede terminar la carrera. Las piernas llevan muchos kilómetros y no se coordinan igual los movimientos. Voy afrontando las rampas de los Pájaros y después Claveles. Por último: Peñalara.
Me siento a 2.428 m en una piedra unos minutos para disfrutar del paisaje y dar las gracias a los voluntarios mientras me río con ellos de estas locuras de la vida 🙂
Peñalara- La Granja
15:26 El descenso es otra cosa…jejeje. Voy dando pequeños saltos y pasando de bloque en bloque. Voy animando a los corredores que me voy encontrando y veo alguna caída, pero sin ser nada grave. Me uno algún corredor una vez abajo y al trote marchamos hacía el Puerto de los Neveros. No queda mucho para llegar a La Granja y voy bebiendo pequeños sorbos de agua con ganas de llegar, comerme un buen plato de pasta y tomarme unos minutos de descanso.
¡Llegada a La Granja! Nada más entrar al pueblo se intuye dónde está el avituallamiento con el sonido de la música con karaoke incluido…jejeje. Al llegar, todos los voluntarios se portan de 10. Uno de ellos me pide que me siente y que no me preocupe de nada. Me rellena los bidones, me trae un plato de pasta con ensalada y una Coca Cola bien fresquita. ¡Después hago el amago de levantarme y me dice que ya me trae él lo que quiera y que descanse un rato! Veo que se acerca con una bandeja de trozos de sandía y me la como encantado 🙂
La Granja-Casa de la Pesca
18:20 Zona que se hace realmente larga al hacerla andando. A estas alturas, si el cuerpo te lo permite, puedes trotar y el tramo se hace más corto. Voy por un camino a la vereda del río y veo a las familias bañándose y los niños jugando en el agua. Se me pasa más de una vez por la cabeza el bajar y darme un buen chapuzón. Llego al avituallamiento y recargo energía comiendo dos trozos de melón por el camino. Me saben a gloria.
Casa de la Pesca-Puerto de la fuenfria
21:38El Camino Smith se hace largo y pienso que ya llevo en las piernas mas de 100 km. Enciendo el frontal en esta segunda noche y observo que empieza a refrescar. Además, esta noche cambiaban las temperaturas y se empieza a notar. A lo lejos, voy viendo las luces de la residencia militar y poco a poco me voy acercando a ellas. Ahora más que nunca muy consciente de tomar sales y comer a cada rato.
Puerto de Navacerrada-La Barranca
00:24 Manteniendo el ritmo, ya puedo observar a lo lejos las luces de Madrid. Me pongo el cortavientos y me decido a bajar la barranca por la tubería. Es una zona delicada y hay que poner bien el pie antes de pisar, ya que cualquier traspié te puedes arrepentir. Las piernas en la bajada ya se sienten cargadas e intento trotar en algunos tramos. Por fin alcanzo la pista que se hace larga y parecía que no tuviera fin.
La Barranca-Navacerrada
02:59 Voy con dos corredores y apenas quedan 4 km para llegar a la meta. Decidimos los pocos kilómetros que faltan disfrutar del camino y compartir el momento. Cada vez va faltando menos y nuestras charlas se convierten en risas y momentos únicos. A falta de 1 km, decido plegar los palos y guardar el cortavientos. Me dan ganas de beber agua y me doy cuenta de que no me queda nada de líquido y nada de nada para llevarme a la boca, pero me siento lleno y completo conmigo mismo y eso me basta. ¡Entrada al pueblo de Navacerrada! Sin lugar a dudas, la zona más confusa de la carrera porque no encontrábamos el punto de meta. Imagino que era por el cansancio y las ganas de llegar y ver por fin ese arco de entrada… jejeje :). Vemos la meta a lo lejos y nos decidimos con una mirada Miguel Ángel, Emilio y yo a correr hacia la meta mientras lo hacemos con una sonrisa. Aplausos y algún grito se escucha cuando nos ven llegar. Al cruzar la meta, un cosquilleo me invade el cuerpo. Nos damos un abrazo los corredores que hemos compartido estos últimos kilómetros. Ya en la meta puedo ver a Eva que se dirige a mí para darnos un abrazo y compartir este momento juntos. Es ella la que me pone esa medalla y con ese cosquilleo aún por dentro. Con una mirada y esa conexión que tenemos los dos, logro trasmitirla lo que supone llegar al final de una carrera de este tipo. No hace falta que nos digamos mucho más. Ella lo sabe. Gracias por la paciencia de este loco que te quiere. Prometí que nos veríamos en meta.
Es Mi Tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiooooooooooooooooo
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Un placer. ¡Pronto compartiré mi opinión con vosotros!
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